domingo, noviembre 26, 2006

A toda velocidad al pit de los 30's... IV parte


Período de siembra... 54 días

Hace años estuve muy interesada en los temas esotéricos, entre ellos la Astrología...

Poco me queda hoy por hoy, no recuerdo mucho de los trígonos, sextiles y oposiciones. Sé que Marte es el planeta de los enfrentamientos y que Urano es medio loco... hasta ahí.

Sin embargo, lo que siempre he mantenido es la creencia de que los 54 días previos a tu cumpleaños son el terreno de cultivo de todo lo que quieres para el siguiente año.

Como estoy en una onda reflexiva, esta vez voy a dejar de lado la guachafita y plantearme unos objetivos SMART para el nuevo año -y la vez para la década-.

Me gusta mucho el método SMART para fijar objetivos, ya que nos impulsa a la acción con metas concretas y definitivamente realizables. SMART es un acrónimo que resume las cinco características que debe tener un buen objetivo, a saber:

eSpecífico
Medible
ReAlizable
R ealista
limitado en Tiempo

Al fijar nuestros objetivos -de cualquier aspecto de la vida- verificamos siempre si pasan la prueba SMART, y para ello nos hacemos entonces las siguientes preguntas:

S: ¿Nuestra meta es específica?, por ejemplo, "Quiero tener una buena posición económica" no constituye una meta específica.
M: ¿Es Mensurable? Sin un criterio o patrón de alguna naturaleza, no podremos saber si hemos alcanzado o no la meta. Debemos tener indicadores de éxito, ejemplo: kilos (disminuir 3 kilos), nota (sacar más de 15 puntos); etc.
A: ¿Es Apropiada? ¿Nos sentimos satisfechos con la meta? Si estamos planteando una meta que no nos convence, definitivamente las posibilidades de fracaso son mayores, por ejemplo: hacer un postgrado en Química cuando no nos llama la atención. Es un tema de fé en la meta u objetivo.
R: ¿Es Realista? "Este año ganaré la lotería" no es para nada realista. Bajar 15 kilos en 2 meses no sólo no es realista sino incluso contraproducente.
T: ¿Se encuentra Temporalmente acotada?. Debemos ponerle límites en el tiempo. Eso nos impide darle largas al asunto y terminar no haciéndolo jamás.

Adicional, y para no desgastarnos en el camino, es importante que nuestra meta u objetivo tenga un plan de trabajo, que nos permita desglosarla en pequeñas tareas, fáciles de cumplir, y cuya suma nos permite llegar a la meta.

Existe un libro excelente y muy ameno que habla de todo esto y explica la mejor manera de lograrlo. Se llama Los Doce Hilos de Oro, por Aliske Webb. Leerlo es un bálsamo para el espíritu.

Entonces aquí voy, empezando justo hoy los 54 días previos a mi cumpleaños, con mi listica...





2 comentarios:

Unknown dijo...

A esa torta le faltan unas cuantas velitas...

Unknown dijo...

Me parece excelente la idea de tener siempre metas que nos impulsen a lograr lo que queremos y superarnos. La técnica SMART que mencionas es muy buena para plantearse esos objetivos, solo recuerda que está diseñada para el ámbito empresarial: Objetivos muy concretos, evaluación de resultados con un cronograma estricto, etc.

A nivel personal me parece que las metas deben ser una guía de lo que quieres lograr, pero hay que tener cuidado que no se conviertan en un factor de estrés, ni de frustración. Recuerda que por más metas SMART que te plantees, la meta final siempre es ser feliz. La vida suele darnos muchas sorpresas y nos enseña continuamente que la felicidad muchas veces no está donde más la buscamos. En resumen: Fíjate metas y lucha por ellas, sin permitir que te estresen más de la cuenta. Mantén la mente y el corazón siempre abiertos a opciones distintas a esas metas que te hagan sentir bien.

Un besote, TQM.