Amigos:
He querido hacerme eco de la opinión de Gustavo Rojas Matute, compañero del IESA, en torno al problema del tráfico que tanto nos está afectando. Está interensantísimo, aquí va:
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El tráfico como problema de Estado
Fecha: 7/11/2006
Se nos está yendo la vida en el tráfico. Le dedicamos menos tiempo a nuestras familias ...
Trasladarse de El Rosal a Boleíta en dos horas no es motivo de preocupación en una ciudad impredecible como Caracas. No lo es porque ya todos estamos acostumbrados. Aunque generalmente esa distancia se cubre en 30 ó 45 minutos, dos horas tampoco es como para morirse. Pero en el fondo sí nos estamos muriendo.
Efectivamente, la ciudad obliga a una persona que vive en Montalbán II a salir antes de las 6:10 am para llegar a Altamira a las 8:00 am. El que vive en La Tahona se despierta a las 5:30 para dejar su hijo antes de las 7:30 am en el colegio que está en Los Samanes. Ni hablar de los que viven en La Guaira, Guarenas, Guatire, Los Teques, o los Valles del Tuy.
Se nos está yendo la vida en el tráfico. Somos menos productivos, le dedicamos menos tiempo a nuestra familia, tenemos que salir con una hora de anticipación a las reuniones previstas, con todos los costos que eso acarrea. Somos más agresivos, competimos por los espacios y no queremos ceder ni un milímetro. Si el del canal de al lado pone la luz de cruce le lanzamos el carro. Somos más desvergonzados, nos metemos por el hombrillo, nos coleamos en los semáforos, nos comemos las flechas. En las motos llevan a dos y tres pasajeros incluyendo niños de dos y tres años. Los autobuses lanzan humaredas de contaminación encima de los peatones y los "camastrones" pierden el eje en plena vía, poniendo en riesgo la vida de sus tripulantes y la de los demás. Y lo que es peor aún, las pandillas de malandrines azotan a los conductores en las colas, sin que éstos puedan reaccionar, apuntándoles con armas para quitarles los relojes, los celulares, y cualquier otra prenda de valor.
Parece que nadie ha sacado la cuenta de los graves efectos que tiene el tráfico para los habitantes de la ciudad. Desde que el alcalde de Baruta, Henrique Capriles, pusiera en prueba exitosamente el pico y placa, más nadie se ha preocupado por resolver este terrible problema, enemigo silencioso como la hipertensión arterial.
El gobierno central estimula la venta de vehículos como nunca antes: le elimina el IVA, aumenta la liquidez para bajar las tasas de interés, lo cual estimula la compra a crédito, al tiempo que el Gobierno subsidia las cuotas a través del absurdo precio de la gasolina ¿No le parece ridículo que el dueño de un Mercedes Benz o una Hummer se gaste 4 ó 5 mil bolívares llenando el tanque? Y para completar, controlan el precio de los estacionamientos para que la gente que usaba su vehículo pocas veces, ahora lo use más.
Hay soluciones a corto, mediano y largo plazos. Lo ideal sería hacer más autopistas pero no es posible. Lo que sí se puede hacer es hacer valer la ley. No dejar que los vehículos se estacionen en las avenidas más importantes como la Baralt y la Urdaneta o como en París, hacer que los autobuses transiten en contra flujo, en un solo canal.
No nos alcanzarán los caracteres para exponer todas nuestras ideas. Así que tendremos que dedicarle un espacio adicional a todo esto. Es parte de nuestro esfuerzo por poner nuestro conocimiento al servicio de la ciudad y de la lucha para poner en agenda los problemas que nos afectan.
Gustavo Rojas Matute
Egresado de la Maestría en Políticas Públicas del IESA
grojas@rgbizstratec.com
Este artículo fue publicado originalmente en El Universal el 06/11/2006
Este artículo es reponsabilidad de su autor.
Artículo disponible en: http://www.asemaster.com.ve/index.asp?seccion=dn&CodNotic=51
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¿A quién no le amarga una cola???
He querido hacerme eco de la opinión de Gustavo Rojas Matute, compañero del IESA, en torno al problema del tráfico que tanto nos está afectando. Está interensantísimo, aquí va:
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El tráfico como problema de Estado
Fecha: 7/11/2006
Se nos está yendo la vida en el tráfico. Le dedicamos menos tiempo a nuestras familias ...
Trasladarse de El Rosal a Boleíta en dos horas no es motivo de preocupación en una ciudad impredecible como Caracas. No lo es porque ya todos estamos acostumbrados. Aunque generalmente esa distancia se cubre en 30 ó 45 minutos, dos horas tampoco es como para morirse. Pero en el fondo sí nos estamos muriendo.
Efectivamente, la ciudad obliga a una persona que vive en Montalbán II a salir antes de las 6:10 am para llegar a Altamira a las 8:00 am. El que vive en La Tahona se despierta a las 5:30 para dejar su hijo antes de las 7:30 am en el colegio que está en Los Samanes. Ni hablar de los que viven en La Guaira, Guarenas, Guatire, Los Teques, o los Valles del Tuy.
Se nos está yendo la vida en el tráfico. Somos menos productivos, le dedicamos menos tiempo a nuestra familia, tenemos que salir con una hora de anticipación a las reuniones previstas, con todos los costos que eso acarrea. Somos más agresivos, competimos por los espacios y no queremos ceder ni un milímetro. Si el del canal de al lado pone la luz de cruce le lanzamos el carro. Somos más desvergonzados, nos metemos por el hombrillo, nos coleamos en los semáforos, nos comemos las flechas. En las motos llevan a dos y tres pasajeros incluyendo niños de dos y tres años. Los autobuses lanzan humaredas de contaminación encima de los peatones y los "camastrones" pierden el eje en plena vía, poniendo en riesgo la vida de sus tripulantes y la de los demás. Y lo que es peor aún, las pandillas de malandrines azotan a los conductores en las colas, sin que éstos puedan reaccionar, apuntándoles con armas para quitarles los relojes, los celulares, y cualquier otra prenda de valor.
Parece que nadie ha sacado la cuenta de los graves efectos que tiene el tráfico para los habitantes de la ciudad. Desde que el alcalde de Baruta, Henrique Capriles, pusiera en prueba exitosamente el pico y placa, más nadie se ha preocupado por resolver este terrible problema, enemigo silencioso como la hipertensión arterial.
El gobierno central estimula la venta de vehículos como nunca antes: le elimina el IVA, aumenta la liquidez para bajar las tasas de interés, lo cual estimula la compra a crédito, al tiempo que el Gobierno subsidia las cuotas a través del absurdo precio de la gasolina ¿No le parece ridículo que el dueño de un Mercedes Benz o una Hummer se gaste 4 ó 5 mil bolívares llenando el tanque? Y para completar, controlan el precio de los estacionamientos para que la gente que usaba su vehículo pocas veces, ahora lo use más.
Hay soluciones a corto, mediano y largo plazos. Lo ideal sería hacer más autopistas pero no es posible. Lo que sí se puede hacer es hacer valer la ley. No dejar que los vehículos se estacionen en las avenidas más importantes como la Baralt y la Urdaneta o como en París, hacer que los autobuses transiten en contra flujo, en un solo canal.
No nos alcanzarán los caracteres para exponer todas nuestras ideas. Así que tendremos que dedicarle un espacio adicional a todo esto. Es parte de nuestro esfuerzo por poner nuestro conocimiento al servicio de la ciudad y de la lucha para poner en agenda los problemas que nos afectan.
Gustavo Rojas Matute
Egresado de la Maestría en Políticas Públicas del IESA
grojas@rgbizstratec.com
Este artículo fue publicado originalmente en El Universal el 06/11/2006
Este artículo es reponsabilidad de su autor.
Artículo disponible en: http://www.asemaster.com.ve/index.asp?seccion=dn&CodNotic=51
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¿A quién no le amarga una cola???
2 comentarios:
este pana es pingo de contrarrevolucionario, hala mecate de Capriles Ratonski. Como siempre tremendos médicos en el diagnostico y pobres medicos para recetar y curar, asi son todos los tipos que se la tiran de analistas y tenia que ser un cabrón del IESA, mucha bomba y poco chicle. Si vamos a hablar de tráfico hablemos de soluciones: seguridad personal y de alli todo lo demás, transporte público eficiente y efectivo, desincentivar el transporte privado (lease, vehículos propios). Todo esto se debe hacer gradual entiendalo escuadilines, que no saben hacer las cosas sino con terapia de shock. Ahi esta el presidente inaugurando metro y trenes, y la gente la más feliz de no tener que calarse más las colas ni el infeliz trato del que son víctimas por parte de los camioneteros...la revolución avanza a paso de vencedores
Se te salió la clase Mario...
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